Nacimiento de "Las Embrujadas"
Tarot Las Embrujadas se creó hace más de 25 años a partir de la idea de 3 Hermanas que habían llevado lo que en principio cuando eran niñas parecía un juego, o era un juego, a un nivel superior. Recordaban que durante su infancia, su madre y su abuela practicaban con ellas juegos muy distintos de lo que solían hacer en el colegio con sus amigos y amigas, pero esto era algo que a ellas les fascinaba.
Resultaba muy Gratificante jugar a intentar dibujar lo mismo que sus hermanas habían dibujado anteriormente, tan solo concentrándose en sus mentes, era divertido, al principio costaba mucho, pero poco a poco fueron desarrollando aquello que en aquel momento no sabían que tenía un nombre, TELEPATÍA. (Consiste en la transmisión de contenidos psíquicos, entre individuos, a través de la mente sin el uso de agentes físicos conocidos).
El primer día que una de las hermanas pudo hacer que su pequeño sacapuntas se moviese lentamente fue una explosión de alegría para todas, junto a su madre y a su abuela estos logros los celebraban con una buena taza de café caliente si era Invierno o con un buen vaso de zumos naturales fríos si era en Verano.
Sobretodo esto se convirtió en algo divertido a la vez que sorprendente para ellas, como niñas que eran esto no quedaba solo en casa, en el Colegio solían gastar bromas a sus compañer@s y profesor@s, la norma era no dañar a nadie, ser totalmente discretas y si alguien creía haber visto algo, siempre negarlo todo. De esta manera entró en sus vidas totalmente normalizada la TELEQUINESIS. (Consiste en el desplazamiento de objetos mediante una acción a distancia sin la intervención de ningún medio físico conocido).
Una vez pasada la adolescencia seguían jugando, pero a la vez que se divertían empezaron a ser conscientes de que esas capacidades que les habían sido transmitidas como una especie de herencia familiar, también podían utilizarlas para ordenar sus ideas o sus propósitos y también poder de alguna manera ayudar a los demás, siempre desde un punto muy discreto, siempre con el fin de mejorar la situación y jamás reconocer que alguna de ellas podía haber tenido algo que ver.
Recuerdo como se divertían durante una cena en un restaurante cualquiera, tan solo observando a las personas que tenían a su alrededor, escuchando sus pensamientos y como en una especie de juego intentar averiguar si alguna de las personas le era infiel a su pareja, saber quien estaba mintiendo e incluso adelantarse al tiempo y saber que el camarero iba a tropezar y le iba a vaciar la bandeja repleta de espaguetis con tomate a la señora tan «repipi» del vestido amarillo.
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