Las Abuelas Sabias nos han enseñado que barrer es una práctica ancestral de empoderamiento femenino.

Cuando una mujer barre:

Limpia y ordena la energía del espacio al mismo tiempo que endereza su corazón.

Las Abuelas de nuestras Abuelas ya contaban que al barrer la casa o el espacio de dentro hacia fuera estaban expulsando las malas energías que allí pudiera haber.

Ellas contaban que si se sentían enfadadas, barrían su enfado hacia afuera llevándolo lejos de su entorno.

Si se sentían ansiosas barrían hacia afuera con energía y la ansiedad desaparecía.

Si estaban tristes, escoba en mano, con alegría y entereza,  barrían ese enfado fuera de su hogar, bien lejos.

Como podéis imaginar las casas siempre estaban limpias.

Las Tatarabuelas de nuestras Abuelas también contaban que si a una mujer le costaba quedarse encinta debía poner una escoba bajo su cama y al poco tiempo sabían que estaban embarazadas.  

Ellas decían que para barrer las malas energías y expulsarlas de la casa, debían hacerlo durante el día, ya que si lo hacían de noche lo que estaban expulsando eran las buenas energías y la buena suerte, por eso acostumbraban a dejar las escobas al lado de la puerta de entrada y de esta manera evitaban que entrasen malas energías y saliesen las buenas.

También contaban que si quieres atraer la buena “Suerte” y la “Prosperidad” debes escribir estas dos palabras en el palo de la escoba y guardarla cerca de la entrada de tu casa, contaban que de esta forma la escoba barre la buena suerte hacia dentro y trae fortuna y prosperidad a la casa.

(Sobra decir que quienes creemos en nuestras ancestrales abuelas esto lo hacemos con los actuales cepillos de barrer y por poner una nota de humor os diremos que no sirve hacerlo con el robot aspirador).

Las Embrujadas.

Las Abuelas Sabias nos han enseñado que barrer es una práctica ancestral de empoderamiento femenino.

Cuando una mujer barre:

Limpia y ordena la energía del espacio al mismo tiempo que endereza su corazón.

Las Abuelas de nuestras Abuelas ya contaban que al barrer la casa o el espacio de dentro hacia fuera estaban expulsando las malas energías que allí pudiera haber.

Ellas contaban que si se sentían enfadadas, barrían su enfado hacia afuera llevándolo lejos de su entorno.

Si se sentían ansiosas barrían hacia afuera con energía y la ansiedad desaparecía.

Si estaban tristes, escoba en mano, con alegría y entereza,  barrían ese enfado fuera de su hogar, bien lejos.

Como podéis imaginar las casas siempre estaban limpias.

Las Tatarabuelas de nuestras Abuelas también contaban que si a una mujer le costaba quedarse encinta debía poner una escoba bajo su cama y al poco tiempo sabían que estaban embarazadas.  

Ellas decían que para barrer las malas energías y expulsarlas de la casa, debían hacerlo durante el día, ya que si lo hacían de noche lo que estaban expulsando eran las buenas energías y la buena suerte, por eso acostumbraban a dejar las escobas al lado de la puerta de entrada y de esta manera evitaban que entrasen malas energías y saliesen las buenas.

También contaban que si quieres atraer la buena “Suerte” y la “Prosperidad” debes escribir estas dos palabras en el palo de la escoba y guardarla cerca de la entrada de tu casa, contaban que de esta forma la escoba barre la buena suerte hacia dentro y trae fortuna y prosperidad a la casa.

(Sobra decir que quienes creemos en nuestras ancestrales abuelas esto lo hacemos con los actuales cepillos de barrer y por poner una nota de humor os diremos que no sirve hacerlo con el robot aspirador).

Las Embrujadas.

Las Abuelas Sabias nos han enseñado que barrer es una práctica ancestral de empoderamiento femenino.

Cuando una mujer barre:

Limpia y ordena la energía del espacio al mismo tiempo que endereza su corazón.

Las Abuelas de nuestras Abuelas ya contaban que al barrer la casa o el espacio de dentro hacia fuera estaban expulsando las malas energías que allí pudiera haber.

Ellas contaban que si se sentían enfadadas, barrían su enfado hacia afuera llevándolo lejos de su entorno.

Si se sentían ansiosas barrían hacia afuera con energía y la ansiedad desaparecía.

Si estaban tristes, escoba en mano, con alegría y entereza,  barrían ese enfado fuera de su hogar, bien lejos.

Como podéis imaginar las casas siempre estaban limpias.

Las Tatarabuelas de nuestras Abuelas también contaban que si a una mujer le costaba quedarse encinta debía poner una escoba bajo su cama y al poco tiempo sabían que estaban embarazadas.  

Ellas decían que para barrer las malas energías y expulsarlas de la casa, debían hacerlo durante el día, ya que si lo hacían de noche lo que estaban expulsando eran las buenas energías y la buena suerte, por eso acostumbraban a dejar las escobas al lado de la puerta de entrada y de esta manera evitaban que entrasen malas energías y saliesen las buenas.

También contaban que si quieres atraer la buena “Suerte” y la “Prosperidad” debes escribir estas dos palabras en el palo de la escoba y guardarla cerca de la entrada de tu casa, contaban que de esta forma la escoba barre la buena suerte hacia dentro y trae fortuna y prosperidad a la casa.

(Sobra decir que quienes creemos en nuestras ancestrales abuelas esto lo hacemos con los actuales cepillos de barrer y por poner una nota de humor os diremos que no sirve hacerlo con el robot aspirador).

Las Embrujadas.